Una mañana de diciembre de 2002 un bombero fuera de servicio nota un particular olor en el aire mientras pasea en bicicleta y observa en la distancia un fuego ardiendo en un campo. A su llegada, la policía descubre un cuerpo calcinado e irreconocible. Todo lo que saben es que el hombre sufrió una muerte cruel, que su asesino o asesinos lo apuñalaron, le dispararon en la cabeza y, por último, rociaron su cadáver con gasolina antes de prenderle fuego.